Isabel Rangel Barón: Los peligros de la automedicación con antibióticos
Los medicamentos son sustancias que actúan sobre una dolencia o infección determinada, combatiendo directamente la enfermedad o los síntomas provocados por ella. Cada medicamento tiene su propio mecanismo de acción, y por la misma razón por la que no nos tomamos una aspirina cuando sentimos nauseas o dolor de estómago, la medicación con antibióticos no está indicada para todos los tipos de infecciones.
El uso de antibióticos debe estar siempre regulado por un médico, ya que son medicamentos que se adquieren con receta médica. Sin embargo, a pesar de la información que existe sobre los riesgos de la automedicación, los antibióticos siguen siendo los medicamentos más usados de forma errónea por personas enfermas y por sus familiares.
Hoy vamos a ver qué son los antibióticos exactamente, qué efectos secundarios suelen presentar, y los peligros que entrañan cuando abusamos de ellos. ¿Qué pasa entonces cuando tenemos gripe? Descubre cuál es el mejor tratamiento para este tipo de enfermedad, y por qué debemos evitar los antibióticos cuando estamos con gripe o resfriados.
¿Qué son los antibióticos?
Los antibióticos son un tipo de fármaco que se utiliza para combatir y tratar las infecciones causadas por bacterias. Gracias a su composición específica, existen diferentes tipos de antibióticos que son más específicos para algunos tipos de bacterias, o antibióticos de amplio espectro que se pueden utilizar para un grupo de ellas más grande.
Estos medicamentos sintetizados en el laboratorio contiene sustancias que matan o ralentizan el crecimiento de las bacterias, ayudando al sistema inmune del propio organismo a acabar con ellas.
Los antibióticos sólo son efectivos con las bacterias, no sirven para tratar otros tipos de infecciones causadas por hongos o por virus, como pueden ser el resfriado o la gripe.
Una de las ventajas que tienen los nuevos antibióticos es que tienen toxicidad selectiva; es decir, atacan a unos microorganismos determinados, sin tener efectos adversos importantes sobre las personas. Pero si abusamos del uso de antibióticos, o si se toman cuando no corresponde, puede conllevar una serie de desventajas para el paciente, suponiendo un grave riesgo para su salud.
Gripe y antibióticos
La gripe es una enfermedad causada por un virus, que suele cursar con síntomas muy característicos como el dolor de cabeza y de garganta, malestar general, tos, aumento de la mucosidad y fiebre entre otros.
A pesar de que la OMS (Organización Mundial de la Salud), y todos los profesionales sanitarios en España indican a la población que los antibióticos no sirven de nada para tratar los resfriados, gripes y otras infecciones causadas por virus, hay personas que siguen tomándolos por su cuenta, creyendo que la combinación de gripe y antibióticos es la más acertada.
La automedicación con antibióticos cuando se tiene gripe no sirve para tratar la enfermedad, y de hecho, puede suponer un riesgo para la salud si se toman estos medicamentos de forma inadecuada.
Vamos a ver cuáles son los peligros de tomar antibióticos sin prescripción médica para tratar enfermedades víricas como el resfriado o la gripe.
Riesgos de la automedicación con antibióticos
La falta de tiempo para acudir al médico, y la facilidad de poder adquirir este tipo de medicamentos en la farmacia sin necesidad de receta, hace que cada vez más personas pongan su salud en riesgo automedicándose con antibióticos. Esta práctica está cada vez más extendida en todo el mundo, y es muy común en España, lo que supone una gran preocupación para las autoridades sanitarias.
Los riesgos de la automedicación con antibióticos más comunes son los siguientes:
Tratamiento erróneo
Cuando una persona tiene una enfermedad y recurrimos a un tratamiento que no es adecuado, podemos enmascarar los síntomas y acabar por empeorar el estado del paciente. Si se trata de la gripe, existen medicamentos específicos para ayudar a superarla y paliar los síntomas, y no son precisamente los antibióticos.
Efectos secundarios
Los antibióticos presentan efectos secundarios que junto con los síntomas de la enfermedad, pueden empeorar el estado general del paciente. El malestar digestivo, la diarrea y los vómitos son los más frecuentes.
Toxicidad
El abuso de cualquier sustancia puede acabar por provocar una reacción adversa grave en el paciente. Si además no estamos tomando la dosis adecuada, se podría dar un caso de intoxicación muy peligroso.
Interacción con otros medicamentos
Los antibióticos, junto con los efectos secundarios que conllevan, pueden alterar el tratamiento con otros medicamentos. El efecto de otros medicamentos puede verse disminuido considerablemente, suponiendo un riesgo para la persona.
Resistencias a los antibióticos
Cuando abusamos del uso de los antibióticos, las bacterias patógenas que se encuentran de forma natural en nuestro cuerpo pueden acabar por desarrollar un mecanismo de resistencia. Cuando esto ocurre, el antibiótico deja de tener efecto sobre ellas, y en caso de que se produzca una infección, no podríamos combatirlas con este medicamento, precisando otros antibióticos más fuertes que conlleven efectos adversos peores.
¿Qué tomar para la gripe?
Si te sientes mal y no tienes claro si los síntomas son de una gripe, el primer paso es acudir al médico para que te hagan un examen físico y puedan determinar de qué tipo de enfermedad se trata.
Una vez descartada una infección bacteriana por parte de tu médico, el uso de antibióticos no servirá para nada. Hay otros medicamentos que te pueden ser muy útiles para tratar los síntomas propios de la gripe y no quedarte en casa. Nunca recurras a la automedicación con antibióticos si no sabes con seguridad si es el tratamiento más adecuado para ti.
Los medicamentos más adecuados para la gripe y los resfriados que te recetará tu médico son:
Analgésicos
Para aliviar cualquier tipo de dolor, ya sea muscular o de cabeza, los medicamentos como el paracetamol o ibuprofeno son los más adecuados. También ayudan a bajar la fiebre y a combatir el malestar general que provoca la gripe.
Antihistamínicos
Usados para combatir síntomas como la congestión y los estornudos frecuentes, los histamínicos son para las alergias pero también para la gripe. Puedes encontrarlos en muchos medicamentos antigripales como el Frenadol.
Antitusivos
Los jarabes y pastillas para la garganta que alivian la sequedad y molestia en la garganta son también muy frecuentes para este tipo de enfermedades víricas. Si la tos es un síntoma que te molesta, consúltalo con tu médico.
Como ya has visto, la automedicación con antibióticos no sirve de nada si no tenemos claro qué tipo de enfermedad estamos pasando. La mejor forma de averiguar qué tratamiento debemos tomar es acudir siempre al médico, y en caso de gripe, recurrir a los antigripales que se pueden adquirir en la farmacia.
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