Isabel Rangel Barón: Como es la prueba de la intolerancia a la lactosa
Como nutricionista, en mis años de estudiante apenas se conocía en profundidad el mecanismo de las intolerancias alimentarias. Hoy en día, después de los avances en medicina y en nutrición, cada vez se están detectando más casos de intolerancias a determinados alimentos y nutrientes, que anteriormente se confundía con otros tipos de dolencias. La intolerancia a la lactosa es uno de los más comunes, aunque todavía queda mucho que investigar para facilitar su control y tratamiento.
El primer paso para evitar los síntomas tan molestos que causa la intolerancia a la lactosa es hacer la llamada prueba de la lactosa para saber si un paciente que podría presentar los síntomas realmente la padece. Es una prueba rutinaria que se está instaurando en muchos hospitales y centros de salud, con la que detectar fácilmente el nivel de intolerancia que tiene la persona.
¿Crees que tú también podrías tener una intolerancia a los lácteos? ¿Estás a punto de hacerte la prueba de intolerancia a la lactosa y no sabes a qué te enfrentarás cuando llegues al centro médico? Te contamos todo lo que debes saber sobre la prueba lactosa para ir 100% preparado.
¿Qué es la intolerancia a la lactosa?
La intolerancia a la lactosa es la incapacidad que tiene el organismo para digerir la lactosa procedente de la leche y los derivados lácteos.
Esta lactosa es al azúcar natural en todas las leches de origen animal, incluida la leche humana. Cuando en el organismo de una persona no se encuentra la enzima responsable de degradarla para su absorción a nivel intestinal, la lactasa, el azúcar causa los síntomas propios de la intolerancia.
Síntomas de la intolerancia a la lactosa
¿Crees que podrías tener algún problema de intolerancia a la lactosa? Los síntomas pueden variar mucho entre los pacientes, ya que el nivel de intolerancia puede ser variado. Mientras que hay personas que tienen una completa intolerancia, puede haber otras que tan solo presentan una leve sensibilidad.
Podrías tener una intolerancia al azúcar natural de la leche si después de tomar algún derivado lácteo sientes alguno de estos síntomas más frecuentes:
- Nauseas
- Vómitos
- Diarreas ácidas
- Defecación explosiva
- Gases y flatulencias
- Hinchazón en el estómago
- Dolor abdominal
- Dolor de cabeza
- Cansancio intenso
- Dolor muscular y articular
Ten en cuenta que no es lo mismo padecer una intolerancia a la lactosa que una alergia a la proteína de la leche o a cualquier otro nutriente.
Si notas que los lácteos no te sientan bien, que te suele doler mucho el estómago tras tomar algún derivado de la leche, o que sueles padecer cansancio y dolor de cabeza extremo sin motivo alguno, acude a tu médico y consúltale la posibilidad de hacerte un test de tolerancia.
Prueba de la intolerancia a la lactosa paso a paso
Los test de intolerancia a la lactosa son exámenes médicos que miden la capacidad del intestino de descomponer el azúcar de la leche.
Si el organismo de una persona no puede descomponer la lactosa, el test saldrá positivo, pudiendo en algunos casos medir el nivel de intolerancia que presenta el paciente.
Test espirado en el aliento
Se conoce también como la prueba de hidrógeno en el aliento, y es una de las formas de diagnostico intolerancia lactosa más frecuentes.
El test de hidrógeno espirado mide la cantidad de hidrógeno en el aire que exhala el paciente sobre un tubo. Se hace la prueba varias veces, para poder construir una curva de lactosa que muestra los niveles de intolerancia a este nutriente.
Para la preparación del test se comienza pidiendo al paciente que respire dentro del tubo. A continuación se le da un líquido que contiene lactosa, que deberá tomar y esperar unos minutos para que haga efecto.
Cada cierto (unos 15 minutos) tiempo se hacen muestras de la respiración, verificando el nivel de hidrógeno que hay en la espiración. Los valores normales de hidrógeno en una persona que no tiene intolerancia a la lactosa son bastante bajos, pero si la lactosa no se puede descomponer, los niveles de hidrógeno serán mayores.
Hay que tener en cuenta que esta y otras pruebas podrían tener efectos secundarios en el paciente que presenta la intolerancia. Ya que la muestra que se le da al paciente contiene una alta dosis de lactosa, podría notar los síntomas de molestias a lo largo del día.
Test sanguíneo de sobrecarga de lactosa
Otra de las pruebas intolerancia más comunes para detectar la lactosa junto con el test de hidrógeno espirado es la prueba de sangre. Para ella se irán tomando muestras de sangre del paciente a medida que se va realizando la prueba.
Esta prueba se basa en la liberación de glucosa en sangre que se produce tras la digestión de la lactosa. La lactosa es un azúcar que en la digestión se divide en dos monómeros de glucosa y galactosa respectivamente, pero si no llega a digerirse en el intestino por falta de la enzima lactasa, no se llega a notar la subida de la glucemia en sangre.
Para esta prueba se toma una muestra de sangre del paciente en ayunas a primera hora de la mañana. A continuación se le da un líquido que contiene lactosa, y se deja actuar unos minutos para que haga la digestión.
Cada cierto tiempo (aproximadamente a los 60 y 120 minutos) se van tomando muestras de sangre de una arteria del brazo, la cuál se analizará para hacer una curva de lactosa según los niveles que se encuentren en la sangre. Si los niveles son prácticamente imperceptibles, el paciente claramente habrá dado positivo en el test de lactosa.
Biopsia del intestino
Además de estas pruebas de intolerancia más frecuentes y menos invasivas, hay otros métodos que pueden ayudar a detectar la intolerancia. Para el diagnóstico de intolerancia a la lactosa se suele utilizar la biopsia del intestino delgado, obteniendo muestras para analizarlas después.
Es un método que se hace previa sedación del paciente, para hacer una endoscopia introduciendo un tubo flexible de fibra óptica por la boca o la nariz. Se baja poco a poco al tracto intestinal superior tomando las muestras de los primeros tramos de intestino delgado.
A partir de estas muestras se puede analizar la capacidad de los tejidos para producir la enzima lactasa. Cuando un paciente tiene una medida menor a 10U/g de proteína, se puede decir que tiene una deficiencia de lactasa en su intestino.
Test genético
Existen también otros métodos muy efectivos que conllevan menos invasividad en el paciente, y que están exentos de efectos secundarios. Uno de ellos es el diagnóstico genético, el cuál suele ser de pago y puede tener un precio muy variable según los tipos de tolerancias que se deseen analizar.
Para el test lactosa se suele determinar la deficiencia genética de la lactasa a través del análisis de los genes del paciente. Se hace mediante la extracción de una muestra de ADN de sangre o saliva, para seguir un protocolo ya marcado.
Al final del test se pueden ver unas bandas coloreadas sobre una tira, que según el nivel y el color nos dará información sobre la predisposición genética a tener la deficiencia primaria de lactasa (LNP), incluso si aún no se han llegado a manifestar lo síntomas. Es muy útil por ejemplo para saber si se tiene una intolerancia cuando en la familia hay otros casos de deficiencia a la lactosa.
Test de Gaxilosa
Debido al auge que están teniendo las pruebas para la detección de intolerancia, cada año salen nuevos métodos que son cada vez más sencillos y efectivos. Uno de los más recientes para la lactosa es el método de la Gaxilosa, que también mide la digestión del azúcar a nivel intestinal.
Este test consiste en administra una baja dosis de gaxilosa, un disacárido sintético muy parecido a la lactosa, que se hidroliza con la misma enzima lactasa. El disacárido se divide en dos, siendo liberada en orina una de sus partes, la xilosa. La cantidad de xilosa que se detecta en orina será, por lo tanto, proporcional a la cantidad del disacárido que ha digerido la enzima.
De esta forma podemos saber si hay deficiencia de lactasa y a qué nivel, sin necesidad de darle al paciente una muestra de lactosa que pueda tener efectos secundarios nefastos en su organismo. Los pacientes no sienten molestias durante ni después de la prueba, y es muy efectiva para saber si presentan o no intolerancias.
Otros métodos para la detección de intolerancia a la lactosa
Existe un tipo de intolerancia a la lactosa que se manifiesta desde el nacimiento, imposibilitando al bebé tomar la leche materna, que por supuesto, también contiene lactosa.
Es por esta razón que se han creado pruebas específicas para poder medir la intolerancia en lactantes y bebés de corta edad, sin tener que recurrir a pruebas invasivas o que requieran la participación del paciente. Una de las pruebas más comunes en bebés son las pruebas fecales, que terminan el pH de las heces.
Se utilizan tiras reactivas para la medición del pH en heces frescas, determinando la acidez de estas y la posibilidad de que el niño haya nacido con una clara manifestación de intolerancia a la lactosa, para la cuál precise de un tratamiento nutricional inmediato.
Si sospechas que podrías presentan una intolerancia a la lactosa o a cualquier alimento, o si crees que tus hijos o algún familiar podría tenerlo, indícale a tu médico cuáles son los síntomas para detectar cuanto antes la incapacidad para digerir cualquier nutriente. ¡En temas de salud no te la juegues!
Fuente: ADILAC – Asociación de intolerantes a la lactosa España
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